¿Quién estaba detrás de Jack «el Destripador»?: Algunos de los sospechosos
El cine los ha recordado en muchas ocasiones, pero como suele ocurrir en los casos de asesinos en serie, la realidad siempre supera la ficción. Muchos de estos asesinos famosos han pasado ya a los anales de la historia por sus historias llenas de crueldad y sangre. Incluso, muchos de ellos se han convertido en auténticos hitos de la historia negra, siendo recordados con el paso del tiempo. Es el caso de Jack «el Destripador»
Durante los años siguientes a su último asesinato conocido, la policía e investigadores privados no fueron capaces de dar con el hombre que se ocultaba en la penumbra para descuartizar minuciosamente a sus víctimas. A día de hoy, todavía no se sabe quién fue Jack «el Destripador», que ha pasado a la historia como uno de los casos de asesinato sin resolver más famosos.
Jack «el destripador»
Posiblemente uno de los asesinos más carismáticos y que más interés ha despertado, y despierta, en investigadores de todo el mundo. En la historia de Jack «el destripador» encontramos de todo, digno del mejor guion cinematográfico de películas de terror.
En el año 1888 se encontraron cuatro mujeres muertas en el barrio de Whitechapel en Londres. Por el patrón y por la manera de actuar, todos se atribuyeron a «el destripador», que con los años se ha convertido en uno de los asesinos famosos más recordados de la historia.
La mayoría de sus víctimas eran prostitutas y aparecían mutiladas y con un nivel de ensañamiento fuera de lo común. En total se le atribuyen 11 muertes, hasta que un día dejó de matar.
Lo más interesante de la historia de Jack «el destripador» es que jamás se ha dado con la persona que perpetró estos asesinatos y las teorías sobre quién fue este despiadado asesino son casi infinitas. De entre todas las teorías posibles, existen muchas descabelladas, incluso fantasiosas, pero todas guardan un nexo común entre ellas: encontrar quién fue el asesino de Whitechapel.
Aaron Kosminski
Según las investigaciones y unos recientes estudios realizados en 2019, el barbero polaco, Aaron Kosminski, habría sido el asesino de Whitechapel. La investigación de la época ya lo señaló en varias ocasiones como posible sospechoso aunque jamás se encontró una prueba fiable para acusarlo.
Hace unos años, un estudio de ADN a familiares directos de Kominski reveló que coincidían con el encontrado en un chal recogido de una de sus víctimas, por lo que se le podría relacionar con los asesinatos. Esta teoría fue criticada por no mostrar una fiabilidad absoluta, además de plantear la posibilidad de que el chal no fuera de Catherine Eddowes, una de las víctimas de Jack «el Destripador».
Walter Sickert
Otro de los sospechosos más pronunciado en las investigaciones de estos asesinatos ocurridos en la capital londinense a finales del siglo XIX, fue Walter Sickert.
Según las investigaciones de ADN, este pintor famosos compartía ADN con el supuesto asesino. En la época, el pintor fue señalado por la escritora Patricia Cornwell, que descubrió en él artista rasgos psicopáticos. Una vez más, las pruebas de ADN no fueron concluyentes para acusar a Walter Sickert años después de los asesinatos.
Alberto Víctor, duque de Clarence
Una de las teorías más extendidas desde que se produjeron los asesinatos fue la de la conspiración real. Alberto Víctor, duque de Clarence era humillado por su tía y amenazado con descubrir en sociedad la existencia de un hijo con una plebeya.
Según la teoría formulada por Stephen Kgnith, publicada en su libro ‘Jack the Ripper: The Final Solution’, el duque se casó con una plebeya, Annie Crook, con la que tuvo un hijo que fue entregado a prostitutas para que lo cuidasen. Estas prostitutas chantajeaban al duque por lo que ideó un plan para deshacerse de ellas.
Según los diarios de la reina Victoria y periódicos de la época, el duque era imposible que estuviera en los asesinatos porque se encontraba en otros lugares.
Doctor William Gull
El propio Stephen Kgnith defiende en su libro que los asesinatos vendrían de un grupo de personas, capitaneadas por el Doctor William Gull, dentro de esta conspiración real.
Según el relato de Kgnith, Gull, masón, tenía un trastorno que le generaba alucinaciones, y por esto, interpretó mal las palabras del Alberto Víctor cuando insinuó que no se podía saber su relación con Annie Crook. El médico habría sido el ejecutor del plan del duque matando a las cinco prostitutas que lo chantajeaban y que cuidaban de su supuesto hijo.
James Maybrick
Michael Barrett, un chatarrero presentó, en el año 1991, un diario supuestamente escrito por James Maybrick, un empresario del algodón de Liverpool, en el que explicaba los crímenes que había cometido y se confesaba como Jack «el Destripador».
Según este diario, Maybrick, adicto al arsénico, visitaba frecuentemente Londres para ir a los burdeles. Cuando se enteró que su mujer, 20 años más joven que él, le había sido infiel, comenzó a matar prostitutas para desahogarse.